“…lamentamos, la mala experiencia desgarradora, celebramos su libertad..."

El pasado domingo 9 de Diciembre, salieron por fin de la cárcel hombres y mujeres, detenidos de manera ilegal, brutal y violenta, desde el 1 de Diciembre en la Ciudad de México por el gobierno represor de Marcelo Ebrard. Con acusaciones falsas, en el momento de su detención, estas personas sufrieron violencia, humillaciones, tortura de diferentes tipos y además de la criminalización. El gobierno perredista y la mayoría de los medios de comunicación que defienden la imposición ilegal de Peña Nieto han violado la ley al negar a la sociedad el derecho a la información. Disfrazando la verdad, inventan acusaciones y fabrican culpables.

Lamentablemente, aun preguntamos ¿Y después que…? “Como se logra resarcir los daños ocasionados después de su detención”, entre ellos, la estancia en camas de concreto y una letrina como baño en una celda de 4 x 4 metros. Además, la mayoría recibió golpes, maltratos y humillaciones. En ciertos casos, de mujeres que fueron trasladadas al penal de Santa Marta Acatitla, hubo tentativas de violación sexual física y psicológica. Nunca se les informo sobre el motivo de su detención, a diferencia, solo el día 03 de Diciembre del 2012 se les dio a conocer el motivo por el cual se les arraigo. 

Se realizaron traslados extravagantes equivalentes a los realizados para los grandes capos. Traslados en camionetas cerradas, entre ellos, el caso de una mujer de 51 años de edad que padece de claustrofobia y nerviosismos, como en consecuencia su miedo se trasformo en pánico. Dentro del lugar, las registran y les quitan la ropa, cambiándolas por prendas de color beige. 

Destaca, entre ellas la experiencia de una de las jóvenes que fue llevada a los servicios médicos a realizar un análisis médico, en ese lugar entró Juana Barraza “la mataviejitas” quien la saludó amablemente. Es desgarradora la vivencia de estas mujeres jóvenes detrás de las rejas, entre ellos, el recibir insultos de parte de sus compañeras de celda. 

Los recientes sucesos, son parte de la desfragmentación del tejido social a nuestra identidad. Los seres humanos, sin distinción alguna, somos parte de una misma esencia, de un mismo entorno, de un mismo mundo, entre ellos, los niños, los jóvenes y los adultos. “Es lamentable el avance de la indiferencia”. Ante ello, nuestra juventud se mantiene firme, con la esperanza de un nuevo día, y con una fortaleza impresionante. 

“…lamentamos, la mala experiencia desgarradora, celebramos su libertad, agradecemos su espíritu de lucha, y veneramos, que mantengan encendida la esperanza de un mejor mundo dentro de su corazón…”